Hablando con Dios

Uno puede hablar con Dios,

y confiar en que te escuche,

pero a menos que tengas el cerebro

sintonizado con Radio Esquizofrenia

las veinticuatro horas del día,

no pienses que va a contestar.

PAUL AUSTER. Brooklyn Follies.

Following the city lights

Los Reyes Magos seguían una estrella, en cambio, yo sigo las luces de la ciudad. No te llevarán de Oriente a Belén ni encontrarás a ningún ansiado salvador, pero cada noche acabarás en un lugar distinto, lleno de personajes distintos que bien podrían ser grandes mesías y con música de fondo siempre diferente, que posiblemente llegará a ser la banda sonora de la película de tu juventud.

Fantasmas de años futuros

Piensa en las cosas que te hacen sentir

cada minuto vivir o escapar...

  Me encuentro, ahora mismo, inmersa en un mar de dudas, de sombras que invaden mi cabeza. Todas estas sombras son, por así decirlo, "Los fantasmas de los años futuros" (lo siento por Dickens). Estos fantasmas no paran de divagar por mi mente, cruzándose una y otra vez sin encontrar su sitio y símplemente, sin llegar a marcharse. ¿Qué estudiar? ¿Qué hacer? ¿Qué ser? Perdone, yo ya soy. ¿Tan importante es un oficio, trabajo o función que te define como persona? ¿Es realmente un trocito de mi esencia? No lo creo, hay tantas cosas con las que podría ser feliz... y ninguna de ellas cambiarían mi forma de ser. Probáblemente las piezas de mi puzzle serían distintas, pero al final, siempre acabarían formando la misma figura, la misma YO.

Estos momentos de crisis pos-semana-de-exámenes-de-1ªevaluación, un poco floja pero sin llegar al desastre hacen que lo que tenía tan claro hace... escasas semanas, ahora sea un mar de dudas. Mamá, yo de mayor quiero ser médico... y ahora que estoy llegando a ser mayor, que empiezo a serlo... mamá, lo siento, no sé qué quiero ser aunque sé que ya soy algo. ¿Qué? El tiempo lo dirá...

Con esta pequeña y caótica reflexión, si es que se puede llamar así, inauguro mi blog que espero llenar con mis pensamientos, dudas, sombras y todo lo que quepa en mi cabeza.